CHIVATÓN • YONQUI • JAIPO • JAIPO • PINCHOTA



chivatón/yonqui/tecato/jaipo/pinchota

Los poros revientan en sudor
en la frente tres relámpagos horizontales
semblante que arroja una claridad cadavérica
espíritu despojado de su gloria
la pureza del alma deformada por la fiebre
nube sucia trastornada con sangre
una bayoneta de hechicera penetra la piel
aguja de luz que se quiebra en las venas
la oscuridad lo ha desgarrado
clímax sin voluntad, distraído
y la melancolía se funde
en un roído milagro hecho envidia
brazo atornillado con paliacate, liga o cuerda
para injertar la cobarde inocencia del veneno
elíxir del suicidio apretado con los puños
borroso naufragio de la muerte
se sienta tranquilamente
a esperar el próximo cliente
franjas que ya no se distinguen
todos los conductos han sido pinchados
cuello, muslos, pies
debajo de la lengua
atrás de las orejas
sólo quedan como refugios
los cuartos de la confusión clínica
no hay otra forma de retoñar
y después volver a los mismos caminos
Y ¿cuándo no hay caballo que cabalgar?
entonces atascadas náuseas
girando en la desesperación
tufo de mundo vaciado en la pestilencia
descolorida carne perfumada en la basura
La muerte espera sentada
cruza una pierna y enciende un cigarro
Y Dios ni siquiera balbucea
ni defiende a sus ángeles intoxicados
deja que el Diablo les queme sus alas
eléctrico resplandor de un vicio detestado
fina locura de la vulgaridad
el arrepentimiento se ha desfigurado
cuánta dicha perdida en los dolores de huesos
la madre ve al hijo y se le desgarra el corazón
ni las plegarias a la virgen le funcionan
y cualquier reproche al hijo descarriado
no es más que una dialéctica pasada de moda
nadie llama a la muerte, ella viene y espera sola
ni Dios es capaz de dominar la congoja
rebuscada lejanía del sueño
suplantado por el insomnio
espantosa felicidad que cesa y revive
huesos tropezando con el dolor
ojos y pómulos saltados
la sonrisa lesionada, la boca trémula
el labio inferir cuelga y le escurre una baba
rectitud salvaje oxidada en el delirio
vendrá otra vez la fantasía
y a darle de patadas a la realidad
obligado asunto de siempre
repetir el caballazo, jeringazo pinchazo
no hay repugnancia ni remordimiento
cada quien se labra su destino
y hace de su culo un papalote
mientras te dure, carnal
disfruta tu efímera eternidad
presagio y sugestión miden la ilusión
esa una mujer que no podrás hacer tuya
te ha cerrado las piernas
el miedo le ha cortado las alas
chispeantes alaridos buscan la locura
no hay puerta a la plegaria
y Dios lo sabe cuando se arruga el cansancio
sólo dinero hay ensartado en la angustia
hipodérmico beso del infierno •

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Bajarse al charco

SEUDOPOEMAS PROTOPELOTUDOS • ODA AL PEINE DE BRUNO RUIZ